domingo, 13 de octubre de 2013

LA ALHAMBRA.

                                           
           Andando por la Alhambra con olor 
de rosas rojas y blancos jazmines 
quedé turbado al ver la bella flor 
que nunca contemplara en sus jardines. 

Apareció de pronto con loor 
angelical cubierta en colorines 
y en sus galas libaba un chupaflor 
aleando al compás de los violines. 

Absorto en este sueño prodigioso 
no me di cuenta que esa florecilla 
es la mujer de espíritu precioso 

de nombre ignoto, que da luz y brilla 
aquél alcázar moro tan hermoso 
que hace a Granada linda maravilla. 



Carlos

1 comentario: